Regresar de madrugada apestando a alcohol y tabaco, con las pupilas muy dilatadas y la mente muy abierta. Trasteando por el pasillo con los tacones a cuestas, hasta llegar a la cama, dejarte caer en ella, pensando que mañana sería otro día, otro más en la cuenta de una chica jóven, con recursos, experiencias y sensaciones por delante.
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