Ya sé que es más fácil tirar la toalla que echarle valor, y que nunca fuiste de aquellas mujeres movidas por el corazón, que si el camino se hacía largo parabas, y yo te arrastraba y tropezábamos. Y así seguimos este camino y yo a cuestas contigo y que dijimos o no dijimos y al final olvidamos el motivo. Y tú ahí mirando a la nada, viendo cómo pasa la vida pero no haces nada, esperas sentada a que se destruya tu alma, y pasan los años, los meses, los trenes y tú en el andén pero siempre los pierdes y cuando se marchan le gritas pero no se detienen.
Y dime cuándo fue el momento, dime dónde, dónde acaban los besos, dime cuándo olvidamos que valía la pena seguir luchando por estos recuerdos, el primer aniversario muerto, la primera noche de espaldas en la misma cama pero tan lejos.
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